Características de la clase De todos los seres que habitan y se aventuran en las tierras de Argentum, el mago es pues, quien más conocimiento posee de las diversas fuerzas intangibles, fundidas con lo tangible en una trama extraordinaria, que comúnmente denominamos como magia. Y en su sabiduría reside su poder y su habilidad para manejarla con gran libertad y manifestaciones oscuras y esplendorosas. Largos estudios, profundas revelaciones y rituales secretos son algunas de las fuentes por las que adquieren conocimiento y poder. Dominan las magias de todas las procedencias y formas, ya sean pergaminos antiquísimos, o revelaciones divinas, pues son pocos los secretos que se resisten a sus mentes. De su capacidad para comprender con rapidez proviene su habilidad y poder, siendo así la inteligencia el atributo esencial de esta clase. A través de profundas meditaciones y sus grandes inteligencias son capaces de canalizar y almacenar las energías mentales y del mundo en cantidades superiores a la del resto de las clases, dotándolos de la capacidad de conjurar gran cantidad de hechizos sin agotar sus fuerzas. Por el extremo ejercicio de la mente y las cuestiones metafísicas, la fortaleza de sus cuerpos y la constitución de los mismos se ve tan disminuida que los convierte en los seres menos aptos para la lucha cuerpo a cuerpo de todo Argentum. Su habilidad para empuñar armas y escudos se limita a pequeños cuchillos y varas con las que canalizan y potencian su poder. Es así como se convierten en la única clase capaz utilizar varas mágicas con una maestría tal que les permite conjurar complejos pergaminos de gran poder y canalizar la energía para potenciar el daño de sus hechizos hasta niveles arrasadores. Historia de la clase Desde los primeros tiempos del mundo hubo quienes se interesaron en aquellas fuerzas místicas, misteriosas y ocultas, pero entre todos ellos hubo quienes las aprendieron con mayor facilidad y las abordaron con mayor profundidad; estos fueron capaces de entender aspectos de la realidad invisibles a los ojos del resto, y se convirtieron así en los únicos aptos para ser instruidos en el arte de la magia. A estos primeros magos y hechiceros se les atribuye la creación de pergaminos místicos, de los días en los que la presencia de las deidades era todavía más fuerte que ahora. Pues desde que se tiene recuerdo, los magos han existido siempre, ya sea en pequeños cuentos, hasta grandes y magníficos relatos, por lo que sentar su procedencia y origen se convertiría en un asunto, si no imposible, complejo. Habilidades de la clase Como se ha mencionado, son capaces de malear las fuerzas intangibles con gran libertad y son los únicos aptos para canalizar sus fuerzas por medio de varas, así como también, dependen de estas para conjurar los más altos poderes de destrucción. También, con diversos y llamativos colores, visten grandes y características sombreros que los protegen de las embestidas mágicas. De esta forma adquieren un estilo y una imponencia típica a la hora de emplear sus conjuros. Relación con las aventuras Los magos emprenden sus aventuras siendo precavidos y previsores. Cuando están preparados, puede utilizar sus conjuros con efectos devastadores, pero cuando los toman por sorpresa, los seguidores de esta clase son muy vulnerables. Normalmente buscan conocimiento, poder y recursos para poder llevar a cabo sus estudios mágicos, pero nada impide que compartan las mismas motivaciones que el resto de los aventureros, ya sean nobles o viles. Por su variable temple pueden encajar en casi cualquier grupo, habiéndolos tímidos y reservados, habladores pero serios, como alborotados y payasescos. Alineamiento más común. Así como son capaces de dominar las magias de todas las formas y procedencias, en general, los magos en su juventud suelen tender más al orden y la ley que al caos, ya que el estudio de la magia en cuanto al aprender conjuros y el desarrollo del arte en cuanto ganar experiencia se vuelve una tarea más sencilla y segura, si se está bajo el margen de la ley. Pero ha de saberse que grandes son las tentaciones a las que un hechicero es expuesto en su madurez, cuando los secretos del mundo claman a voces por ser investigados, y raro es en verdad un mago cuya curiosidad no se vea atraída por ese poderío y misticismo. Cuando un mago se percibe que de la ley y el orden ya no les permite seguir avanzando en sus artes, no es raro ver en ellos una desviación. Por esta razón, los ilusionistas, transmutadores y nigromantes son maestros, respectivamente del engaño, el cambio y los misterios de la muerte; por tanto, suelen preferir el caos a la ley. Su naturaleza en nada los condiciona, pues una magia es la que utilizan, aunque la utilicen de forma distinta. Raza más común. Como se ha dicho, de la inteligencia depende gran parte de la habilidad de un mago, pero no ha de despreciarse la constitución, ya que de esta dependerá la resistencia física del hechicero. Combinaciones entre estos dos atributos hacen que gnomos, elfos y humanos sean los más apropiados para esta clase. Poco importa en verdad la fuerza bruta en estos asuntos por lo que enanos y elfos oscuros se vuelven menos habituales entre los magos. Trasfondo. Los magos consideran camaradas o rivales a los demás seguidores de esta clase. Ellos tienen mucho en común aunque pertenezcan a culturas o tradiciones mágicas muy distintas, pues todos ellos se basan en las leyes universales de la magia. Al contrario de los guerreros o los bandidos, los magos se consideran parte de un grupo diverso pero inconfundible. Aunque un mago perteneciente a una estirpe elevada y poderosa podría mirar con aires de superioridad a un mago rural, que hubiera aprendido sus artes gracias a un ermitaño senil, jamás le negaría su identidad como seguidor de esta clase. Clases en la Sociedad. Muchos magos se han hecho fortunas con su arte por medio de duelos, cumpliendo misiones de gente poderosa, buscando tesoros o simplemente dándole precio a su arte. Es así como hoy en día podemos ver muchos magos bien adinerados y bien respetados en las grandes ciudades. Adicionales. La fuerza del mago reside en sus conjuros; todo lo demás es secundario. Estos personajes van conociendo nuevos sortilegios a medida que experimentan y adquieren experiencia, además de poder aprenderlos gracias a otros magos. Aparte de ir conociendo nuevos conjuros, los magos pueden aprender a manipularlos con el tiempo, consiguiendo que lleguen más lejos, funcionen mejor o, de alguna otra forma, se desarrollen. También suelen portar objetos para aumentar su rendimiento en la batalla. Esto hace común que veamos a un buen mago portando un ostentoso bastón para canalizar su poder, y luciendo un viejo y gastado sombrero que lo ayuda a resistir la magia de sus rivales. |
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